El aneurisma de aorta abdominal es una patología que es importante diagnosticar para llevar a cabo una vigilancia sistemática de sus características y del crecimiento en tamaño durante el tiempo, ya que la consecuencia final de la patología es la ruptura de la aorta abdominal, de consecuencias catastróficas.El 50% de los pacientes con ruptura de un aneurisma de aorta abdominal llega al Hospital con vida. De estos, el 50% muere en la cirugía o en el postoperatorio inmediato.

A partir de un diámetro aórtico mayor a 30 mm se considera que la aorta se encuentra aneurismática. El riesgo de ruptura se incrementa a partir de los 55 mm, por lo que los pacientes son considerados para tratamiento cuando alcanzan este diámetro. Otra indicación de tratamiento es la expansión rápida de más de 5 mm en 6 meses o de más de 10 mm en un año.
Generalmente los pacientes son asintomáticos y se diagnostican como hallazgo en estudios diagnósticos abdominales (ecografías o tomografías). Si el aneurisma es sintomático también debe considerarse su tratamiento. En las mujeres, por su escasa superficie corporal esta justificado el tratamiento cuando se llega a un diámetro de 50 mm. Los aneurismas se consideran de gran tamaño cuando superan los 60 mm de diámetro. Los pacientes con aneurismas de 6 y 7 cm tienen un riesgo de ruptura anual entre el 10 y el 20%, mientras que aquellos entre 7 y 8 cm del 29 al 40% y en los de más de 8 cm el riesgo anual de ruptura es entre 30 y 50%. El riesgo operatorio de los pacientes siempre debe definirse en la evaluación previa al tratamiento. Los pacientes con aneurismas tienen una alta asociación con enfermedad coronaria (hasta el 50%), infarto de miocardio (25%) y ACV previo (15%). La mayoría de los pacientes son o fueron tabaquistas importantes y casi todos son hipertensos. Hay 2 tratamientos posibles para la reparación de los aneurismas abdominales: la cirugía abierta y la reparación endovascular. La mortalidad de la cirugía abierta es mayor (5%) que en el tratamiento con endoprotesis (2%). Por este motivo si la anatomía del paciente es favorable el tratamiento endovascular mediante endoprotesis es el preferido en los pacientes como tratamiento definitivo. Los pacientes que todavía son sometidos a tratamiento con cirugía abierta son aquellos que son jóvenes (menores de 60 años) y tienen un riesgo quirúrgico habitual. En EEUU en la actualidad más del 80% de los pacientes son operados por vía endovascular, y en la Argentina los porcentajes son similares.