Es un tratamiento de apertura de las arterias coronarias que se encuentran obstruídas parcial o totalmente como consecuencia de la aterosclerosis coronaria (ver aterosclerosis). La arteria obstruída puede provocar dolor en el pecho (angor) de diferente intensidad, variando desde molestias leves al caminar o realizar esfuerzos, hasta el dolor intenso y prolongado de reposo que caracteriza al infarto agudo de miocardio (IAM). El alivio de la obstrucción se alcanza mediante la inflación de un balón o globo de angioplastia en la zona de la obstrucción coronaria, sitio que se alcanza mediante la llegada al corazón de un catéter denominado ¨Guía¨. Una vez aliviada la obstrucción con el globo, este se retira y se reemplaza con otro balón que traslada una malla de acero inoxidable que lo cubre denominada “STENT”. El stent se implanta en la zona de la obstrucción mediante la insuflación del balón a alta presión, y su función es dejar la arteria bien abierta y evitar que la elasticidad de la misma vuelva a contraer y cerrar la zona tratada. Este procedimiento se realiza de manera similar al cateterismo en la sala de hemodinamia, con anestesia local y con la colaboración del paciente, que se encuentra despierto durante todo el proceso. Luego de la implantación del stent el paciente debe ser controlado durante las primeras 24 hs. luego del tratamiento en una Unidad de Cuidados Intensivos, lapso del tiempo durante el cual se vigila la permeabilidad de la prótesis y se administran potentes anticoagulantes. Los anticoagulantes son necesarios para evitar el rechazo por parte de la sangre del paciente de la prótesis colocada, lo que puede provocar la coagulación de la misma y la obstrucción de la arteria coronaria. Luego de las 24 hs. iniciales el riesgo del rechazo es mínimo, por lo que el paciente puede ser enviado a su casa o permanecer por otras 24 hs. en una habitación común, para luego ser dado de alta.